Cómo el sexo puede incrementar tu amor propio (AKA ‘aprende a amar tu cuerpo gordo o fuera de línea’)

¿Eres suficientemente candente para tener sexo? Esa es la pregunta que acecha detrás de toda la publicidad que consumimos, los comerciales que son restregados en nuestras caras y el porno que vemos. Industrias enteras se basan en la premisa de que necesitamos preparar nuestros cuerpos en el gimnasio, centro comercial o el dentista para poder tener relaciones sexuales. Viéndonos bien y sintiéndonos bien es el camino para tener sexo, nos han dicho. Pero esto no puede estar más alejado de la realidad. De hecho, es lo contrario: El sexo es tu camino para llegar al amor propio y tener tu cuerpo en mejor estima.

Yoga, hiking, meditación y jugos verdes son vistos como caminos legítimos para mejorar nuestra apariencia, pero rara vez se menciona al sexo, excepto por ese artículo cliché perenne sobre los beneficios de la masturbación.

El sexo es, de hecho, un extraordinario y significativo acto con beneficios que van más allá de una liberación. Cada acostón, orgía y cuarto oscuro es un evento transformativo para tu psique y auto apreciación.

Y para aquellos con cuerpos que son menospreciados por la sociedad como «no normativos», cuerpos que lo atlético define como poco saludable, la moda como gordura, la belleza como viejo y la publicidad como feo; el sexo es una herramienta poderosa para curar y aumentar el amor propio y la auto aceptación.

Nuestros cerebros son órganos sociales. Cada interacción con otro ser humano mueve nuestro autoestima y auto aceptación ya sea acercándonos a sentirnos más deseables y seguros, o nos aleja de ese sentimiento de dignidad y valor. Así que, cada vez que follas tu cerebro se reorganiza a nivel neurológico, y así como el sistema cerebral cambia, los demás sistemas también cambian.

Por eso es que nunca es sólo sexo.

Sentir vergüenza por nuestros cuerpos es lo que detienen a varios de nosotros, y es un disuasivo especialmente poderoso en el sexo para aquellos que no encajan en un cuerpo joven, atlético, blanco, sano,que los medios, la publicidad, la industria del fitness, la pornografía, la industria de belleza y moda nos imponen.

Pero la idea de que esto es naturalmente más deseable que cualquier otra cosa, ¡es una mentira!

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Por generaciones nos han vendido un molde para lo que la población en general considera de alto valor sexual. Pero hay muchos espacios donde los cuerpos culturalmente no normativos son vistos de manera erótica y son priorizados.

Así que ve a donde tu atractivo y valor en el mercado es más alto, y también socializa con aquellos que valoran tu cuerpo. Tener tu capacidad de intimar reflejada de nuevo cura e incrementa la percepción del valor que tenemos. No salgas exclusivamente a bares o a eventos sociales donde eres eroticamente marginado.

Pero más poderoso, busca sexo. La excitación sexual hace que las inhibiciones desaparezcan, así que la excitación por el sexo puede reducir la ansiedad de estar desnudo con otro, mientras se remarca el hecho de que eres deseable.

Y hacerlo una y otra vez va a reducir la ansiedad que acompaña a nuevos comportamientos y parejas.

Recuerda también revisar tu masturbación. Nuestra excitación es de plástico, tenemos un poco de control sobre lo que encontramos excitante basados en lo que emparejamos con nuestros orgasmos. Esos significa que masturbarse con porno tiene un gran impacto en lo que vemos excitante, incluyendo nuestros cuerpos. Ver cuerpos tan estereotipados nos hace menospreciar otro tipo de cuerpos.

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Así que lo que decides ver en tu tiempo íntimo a solas importa tanto como tu elección de pareja y las dinámicas sociales relacionadas a tu auto aceptación. Busca porno que muestre tu tipo de cuerpo para que lo puedas ver de manera erótica y puedas darte mayor placer.

Hasta que haya un cambio cultural en torno a lo que reforzamos como atractivo y socializamos como ardiente, donde nuestros hábitos sexuales y el tipo de porno que vemos contribuyan también, y nos volvamos inclusivos con todos los tipos de cuerpos y los veamos de manera erótica, el trabajo recae en cada uno de nosotros para usar la sexualidad como parte de nuestra curación y no en nuestra contra.

El sexo es el camino al amor propio.