Poner Fin a la Epidemia de VIH Requiere Poner Fin a las Leyes que Criminalizan a las Personas LGBT

Poner Fin a la Epidemia de VIH Requiere Poner Fin a las Leyes que Criminalizan a las Personas LGBT

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En todo el mundo, el VIH continúa afectando desproporcionadamente a los hombres homosexuales. Y al mismo tiempo, las personas LGBT son criminalizadas en más de 70 países en todo el mundo. Estas leyes injustas dejan a los hombres gays vulnerables a la violencia, el acoso, la discriminación y el VIH. La criminalización del sexo gay crea barreras estructurales que permiten que la epidemia de VIH prospere. Para terminar con la epidemia, debemos descriminalizar a las personas LGBT.

Hornet lanzó la campaña #DecriminalizeLGBT para crear conciencia sobre estas leyes que son injustas y para apoyar los continuos esfuerzos de despenalización. La criminalización de la comunidad LGBT provoca que nuestras necesidades de salud no se puedan cumplir de manera efectiva. Y debemos estar comprometidos con la abolición de estas leyes tal y como lo estamos para terminar con la epidemia del VIH.

Como una forma de resaltar la campaña DecriminalizeLGBT en curso y sus vínculos con el VIH, pedimos a las personas que levanten la voz y usen en redes sociales los hashtags #DecriminalizeLGBT, # AIDS2018 y #UNAIDS.

La Conferencia Internacional sobre el SIDA es una oportunidad para ampliar la conversación y garantizar que los esfuerzos para combatir el VIH también incluyan el fin de las leyes que penalizan a las personas LGBT. ONUSIDA ha creado el ambicioso plan 90-90-90 para terminar con la epidemia.

El plan es que para 2020, el 90% de las personas que viven con el VIH sepan su estado, el 90% de las personas diagnosticadas reciban tratamiento antirretroviral y el 90% de los tratados tengan supresión viral. Pero, ¿cómo pueden lograrse estos objetivos cuando las leyes que criminalizan a las personas LGBT crean una cultura de discriminación y evitan el acceso al tratamiento y la prevención?

Imagina que eres un hombre gay que vive en un país donde ser como eres es un delito. ¿Te arriesgarías a exponerte y posiblemente ser arrestado y torturado por ir a hacerte una prueba de VIH? Si el gobierno está atrapando y encarcelando a hombres homosexuales, como en Chechenia, ¿irías a recoger tu medicamento antirretroviral? Si tu prueba de VIH de positivo y el médico te pregunta cómo adquiriste el virus, ¿admitirías que fue por tener sexo con un hombre? Cuando los hombres homosexuales son criminalizados no pueden participar activamente en su comunidad, ni tampoco pueden acceder a atención médica porque esto significa ponerse en riesgo debido a la exposición.

Basta con mirar este mapa de criminalización creado por ILGA, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales. Estas leyes impactan a millones de miembros de nuestra comunidad y nos dejan vulnerables al VIH. Muchos gobiernos todavía nos tratan como criminales, incluso si no hay leyes contra LGBT en sus consituciones. La Human Rights Watch acaba de publicar un informe sobre cómo el gobierno anti-LGBT en Indonesia ha empeorado la epidemia entre los hombres homosexuales.

Para muchos en nuestra comunidad, la criminalización no es nada nuevo. Los gobiernos criminalizan a las personas por ser indocumentadas, por ser VIH-positivas o por participar en el trabajo sexual. Pero no somos criminales. Mientras seamos tratados como criminales, la epidemia continuará y se perderán más vidas.

La criminalización de las personas LGBT tiene un profundo impacto en la epidemia de VIH. De hecho, algo tan básico como contar el número de hombres gay impactados por el VIH es imposible, mientras sea ilegal que los hombres admitan haber tenido sexo con otros hombres.

MPact, Acción Global para la Salud y los Derechos de los Hombres Gay (anteriormente conocida como MSMGF) ha sido una organización clave que lucha por los derechos de las personas LGBT y apoya el acceso al tratamiento y la prevención. Un documento reciente respaldado por MPact demuestra cómo los programas globales pueden influir en las leyes anti-gay. El cambio es posible si los gobiernos y las instituciones están dispuestos a invertir en la vida de las personas LGBT.

Los derechos LGBT son derechos humanos. Es posible avanzar en los derechos humanos mientras se trabaja para combatir el VIH. Las dos causas están íntimamente vinculadas y no será posible poner fin a la epidemia de VIH siempre que se tipifique como delito a las personas LGBT. Podemos continuar creando conciencia y asegurando que las personas LGBT no se queden atrás. Comparte los hashtags #DecriminalizeLGBT, #AIDS2018 y #UNAIDS en redes sociales y haz que tu voz se escuche.

Solo piense qué tan rápido podríamos terminar con la epidemia de VIH si se descriminalizara a las personas LGBT #DecriminalizeLGBT.

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